Antes de nada quiero de nuevo echarle la culpa (o darle las gracias, no está muy claro) a mi colega Sanba por mostrarme este extraño mundo de la escalada. Si ya me gustaba pasear y perderme por espacios naturales, el poder escalarlo añade otro punto de inflexión en mi vida. Supongo que desde hace unos años me persigue una frase que a veces resulta contraproducente: "Que nadie diga que no lo puedes hacer", algo que otros llaman simple y llana cabezonería.
Hoy Sanba me ha mostrado un lugar que, a pesar de estar muy cerca del museo de Peñas Negras, no había visto nunca: "El Laberinto". Esta es su ubicación, :
Ubicación Google Maps
La zona está plagada de rocas, y varias de ellas están equipadas para la práctica de la escalada.
Aquí el señor Sanba preparando los bártulos mientras yo hago cosas útiles como... nada |
El lugar tiene vías facilillas para novatos como yo y más difíciles para expertos como Sanba. La que primero intentamos hacer una vía que, al parecer, debía ser una 5b, pero que a mí, al llegar a un pequeño desplome, me pareció un 400c. Tengo que decir que sé que puedo hacerla, pero por desgracia el tiempo no ha acompañado los últimos días y tenía los pies de gato embarrados, así que pienso volver cuando el tiempo lo admita y conquistaré esa vía.
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Y tras un par de intentos en los cuales el vértigo y la inexperiencia me jugaron muy malas pasadas, tembloroso y frustrado, decidí intentar otra vía. Efectivamente, era una vía que a mí me resultaba más factible. Pero había un problema para mí, subirme a la vía. Ésta empezaba a la altura de mi tripa y tenía que pegar un salto levantando un cuerpo cebado estas navidades.
Heme aquí fingiendo tranquilidad cuando estaba realmente cagado... |
¡Chúpate esa, vértigo! |
Después intentamos hacer otra pero en esa llegué a un punto con un desplome que, por lo menos con mi nivel, me resultaba imposible.
Tengo ganas de volver y darle caña a todas esas vías que tenemos por ahí.
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